Entre el 11 de abril y el 15 de diciembre de 1961 tuvo lugar en Jerusalén el proceso contra Adolf Eichmann, quien fue hallado responsable por su papel en el asesinato de los millones de judías y judíos europeos. Previamente, gracias a los indicios provistos por el fiscal Fritz Bauer, Eichmann había sido secuestrado por el Mossad en Argentina, hacia donde huyó y se refugió en 1950.
El proceso atrajo atención mediática internacional y se volvió célebre, entre otras cosas, por las observaciones y comentarios de Hannah Arendt, quien acuñó el término “banalidad del mal”, a partir del comportamiento de Eichmann en la corte. El proceso provocó numerosos debates que han influido en las modificaciones legales respecto de los crímenes de lesa humanidad y en la elaboración de la memoria.
Por un lado, a partir de las discusiones sobre el proceso, se formaron conceptos globales y figuras de la memoria de la Shoah. Por otra parte, su efecto dependió de las condiciones de los diferentes contextos de Europa, Sudamérica e Israel. A partir de esto, se pueden observar en los respectivos públicos, distintas formas y dinámicas culturales en lo que respecta a la memoria.
El proyecto pretende iniciar un examen transnacional y transmedial de la recepción del proceso y explorar las formas en que se entrecruzan los discursos político-históricos, jurídico-normativos, filosófico-antropológicos y cultural-estéticos. Consiste en una serie de eventos digitales sobre la recepción internacional del juicio y un taller en marzo de 2022 en Buenos Aires sobre representaciones cinematográficas, mediáticas y literarias.